Los juegos del hambre

Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, ha sido un éxito. La mayor parte de los miembros del club de Bachillerato lo ha considerado un libro atractivo tanto desde el punto de vista temático como narrativo. En nuestras reuniones se destacó su fácil lectura y la capacidad envolvente de la historia narrada. De hecho, muchos de sus componentes han continuado la saga con la lectura de En llamas y Sinsajo.

Los comentarios acerca de la obra en cuestión se centraron en el estudio del aspecto psicológico de los personajes, que nos llevaron a establecer relaciones con seres mitológicos como Diana (Katniss), David y Goliat (Rue y Tres), la lucha entre Dioses y Titanes; así como con el mundo del circo romano (peleas entre gladiadores). La organización político-social de la realidad reflejada en el libro nos acercó también a la administración de las colonias romanas, al igual que los nombres elegidos para el gobierno del mundo (Capitolio), los tributos que se ofrecen al mismo e incluso las tareas de determinados personajes. Como comentó una de las componentes, el libro es un reflejo de la máxima romana “pan y circo”, de ahí que tenga tanta importancia su presencia en él.

A pesar de todas estas referencias al mundo antiguo, observamos una gran presencia de otros elementos totalmente actuales, como los reallity, la preocupación por la imagen, las diferencias sociales, la división del mundo según el poder de cada país y el dominio de determinadas potencias como EEUU (Capitolio)…

Por lo que se refiere a la técnica narrativa, se habló sobre todo del narrador interno, del perspectivismo y del gusto actual por las novelas con final abierto que continúan su desarrollo a través de sagas, con lo que se pretende establecer lazos con el lector y favorecer su venta.